“Maracaibo debe construir una nueva identidad”

Tiene tan solo 24 años y ha trabajado en reconocidas agencias arquitéctonicas como Joly et Loiret, Laboarchitecture y actualmente en Hamonic + Masson. El zuliano César Silva, le explicó a PANORAMA su diagnóstico del urbanismo en Maracaibo que se resume en tres puntos: densificar las zonas ‘desperdiciadas’, conservar el patrimonio arquitectónico del siglo XX y crear una nueva identidad citadina.

Antes de vivir en París, César estudió dos años en la Universidad del Zulia. Para entonces, desarrolló un proyecto de tres viviendas sociales en el sector Los Haticos, que hoy figura en su portafolio profesional junto a otros proyectos como Ciudad Evolutiva en Petare Sur (Caracas) y una residencia en Conakry (Guinea). “Ciudad en erupción urbana” es el nombre del hábitat social y fue expuesto en el Sigradi Congreso Iberoamericano de Gráfica Digital de Perú en el 2005.

—¿Por qué se fue a Francia?

—Europa concentra características de calidad de vida. Tiene más modelos de ciudades que de anticiudades como Houston o Los Ángeles, ciudades agresivas que crecieron de forma desordenada. Es mucho más interesante mirar el ejemplo europeo que el americano.

—¿Cómo ha sido su experiencia de formación allá?

—La formación en la Ecole Spéciale d’Architecture es muy creativa desde el punto de vista sociológico. Te aparta lo suficiente del lado técnico para que abras la mente y de verdad te posiciones como un pensador más que como un técnico. Ése es el problema que pasa con la arquitectura aquí, que deja a un lado el rol social y creador de íconos urbanos.

—Su proyecto de grado ganó como mejor tesis en el 2009 ¿Puede explicar qué es Ciudad Evolutiva?

—Es un proyecto de integración socio-espacial que une a Petare Sur con el resto de Caracas. Pensamos en una pasarela elevada a lo largo del río Guaire que permita el flujo más eficaz hacia el centro de la ciudad, donde están todos los lugares de estudio, trabajo y servicio.

Propone además una serie de equipamientos públicos y de lugares de producción económica que garantizan atención a los problemas sociales de la zona.

—En estos momentos los venezolanos anhelan seguridad y mejor calidad de vida. ¿Qué tipo de seguridad brindaría Ciudad Evolutiva concretamente?

—Seguridad social. Estos sectores merecen un empuje y estar integrados a la ciudad. Este proyecto puede ayudar a la revalorización de una parte excluida de la sociedad. Un error del urbanismo actual es dividir todo en zonas. Un proyecto de integración puede parecer revolucionario pero es lo que hace falta.

—¿César Silva puede definir su tendencia arquitectónica como “de recuperación de espacios”?

—Nunca lo había formulado de esa forma, pero sí, ese concepto de reciclaje urbano me corresponde bastante bien.

—¿Por qué?

—Yo pienso que hay que reconstruir las ciudades, trabajarlas desde adentro con intervenciones acupunturales. Interesarse en lugares residuales, olvidados o vagos, es más interesante que hacer todo nuevo y destruir lo antiguo. Son proyectos de menos tiempo y de más impacto.

—¿Ha pensado proyectos de recuperación o reorganización urbanística para barrios o lugares de Maracaibo?

—Uno de los problemas de Maracaibo es la extensión urbana. Vas desde el centro hacia el Sambil (al final de la avenida Guajira) y hay trozos en los que no hay nada. La ciudad debe densificar lo que tiene y hacerse más compacta.

Otro problema es el patrimonio. Maracaibo es una ciudad nueva, por eso es importante que proteja más su patrimonio. Por ejemplo, en la avenida 17 (Baralt) están esas casas burguesas de mediados del siglo XX, una época no muy lejana. Son íconos de arquitectura que nos queda de una época de esplendor y de intercambio con el extranjero.

—Sin embargo poco a poco van desapareciendo…

—Sí. Es importante que esos lugares vivan, yo no digo que no se puedan transformar en museos, galerías o comercios, pero es necesario que la arquitectura quede. Recorrí esa zona porque me gusta mucho y vi que hay algunas casas en remodelación. Me parece una lástima porque nuestros hijos no verán nada.

Tenemos una ciudad importante, con más flujo económico y de personas que incluso capitales de América central. Maracaibo debería darse los medios de confiar en su importancia, preguntarse qué es y construir una nueva identidad que corresponda a su época actual. No es solo el Puente o el Lago, es mucho más.

La Alcaldía puede preguntar qué es la ciudad hoy y que la gente describa lo que piensa. Es importante que la ciudad se renueve conservando su originalidad que ya es diferente a la de hace 50 años. Es un concepto difícil de entender pero que está de moda, las ciudades como una impresión de la gente que vive en ellas.

—¿Son diferentes los ritmos de crecimiento urbano en los barrios de Caracas y Maracaibo?

—La construcción está en el mismo grado de debilidad e improvisación, los equipamientos públicos faltan también, no hay suficientos lugares para el deporte o cultura, son los mismos problemas.

Sin embargo, Maracaibo tiene la suerte de ser una ciudad grande y Caracas no puede crecer más porque es un valle.

—¿Qué ha hecho usted y su compañero Hugo Chauwin para que autoridades venezolanas vean y acepten realizar sus proyectos?

—Hicimos un blog y cartas postales que distribuimos en zonas de Petare y en el centro histórico. Si la gente quiere el proyecto, entonces el sector político o privado lo hará porque la gente se lo pidió. Ese es el tipo de estrategia que nos interesa.

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